domingo, 29 de mayo de 2011

EL RICO VALOR DE LA POBRE ARGENTINA


 Con tan sólo 16 años, María pasó por muchas más cosas que una chica promedio de su misma edad. Nació el 12 de octubre de 1994 en la localidad de Villa Nueva, en el partido de Berisso de la Provincia de Buenos Aires, lugar donde hasta el día hoy vive en un ranchito con seis de sus siete hermanos: Ángel, Brian, Juan Pablo, Carla, Leonela y Candela, y su mamá Alejandra.
            Dejó la escuela especial nº 501 hace dos años, cuando se embarazó del que en ese entonces era su novio, Jorge. Es hipertensa, pero no por eso deja de tomar el mate muy dulce y a causa de esto y de una discusión con los vecinos tuvo un ataque de presión que la llevó a parir seismesino a Matías Benjamín el 16 de octubre de 2009.
            Desde ese entonces el nene, que ya tiene un año, dos meses y tres días –la familia entera lleva el cálculo- está en la ex Casa Cuna de La Plata, que queda a unas 20 cuadras del lugar en donde “viven”, si así es que se le puede decir a las condiciones indignas en las que se encuentran.
            Apenas quedó embarazada, María sufrió grandes traumas. Primero con la familia: La mamá, Alejandra, quiso que abortara y como no lo consiguiera debido a la rotunda negación de María, quien se pregunta y se responde: “¿Hice hijo para tirarlo? No”, la drogaron con pastillas “del día después”.
-          Me empastillaron, estuve grave. En peratia impensiva.
-          ¿Qué? Ah… ¿terapia intensiva?
-          Sí, eso. Tuve un  montón de mangueras –responde queriendo mostrarse fuerte.
-          ¿Pero vos querías tenerlo al nene?
-          Sí, si.
-          ¿Por qué? ¿Para retener a tu novio?
-          Yo quise tenerlo para que se quedara aunque a la vez él me pegaba.
      Jorge, diez años mayor que María, se mudó a su casa dos días después de comenzar a salir juntos. Él la obligaba a tener relaciones sexuales, aún sabiendo que ella tenía una infección urinaria, de la cual se contagiaría un tiempo después.
      Ahora, luego de una discusión con Alejandra por la cual tuvo que mudarse, Jorge sale con una chica discapacitada que sufre de retraso mental y en el barrio se comenta va a tener otra hija. Aún así, sigue buscando a María, quien opina: “Yo no le quiero pegar a la piba, a ver si me llevan presa. Además, yo no le quiero pegar a una discapacitada porque mi hermano también es discapacitado”.
      Incluso encontrándose en la situación en la que está, Jorge quiso llevarse a su hijo para darle su apellido y criarlo con su nueva mujer. Pero en su posición de madre, María no sólo le negó la custodia sino que además afirmó orgullosa: “Matías va a llevar mi apellido y a donde yo esté, yo me lo voy a llevar”.
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      La realidad es que el caso va más allá de la buena voluntad de María. Por ahora los ocho hermanos son indocumentados ya que Alejandra recibió su DNI hace un mes y recién ahora pudo comenzar a  tramitar el de sus hijos. “¿Sabes cómo se puso contenta mi mamá cuando se lo dieron?”, afirma María.
      Pero este es un tema de gran impedimento a la hora de obtener la custodia del bebé. Tan importante es, que la justicia quiso llevar a Matías Benjamín a la adopción, y si no hubiera sido porque su abuela reclamó a capa y espada la guarda de su nieto, el mismo estaría en un orfanato esperando la decisión de algún juez. “Menos mal que mi mamá aceptó hacerse cargo”, dice María agradecida.
      De todas formas, madre e hija no están atravesando una buena etapa. Desde el embarazo la relación entre ellas dejó de ser lo fluida que solía ser y María no perdonará jamás que hayan querido hacerla abortar. Además alegará: “Ahora, mi mamá y el marido me lo quieren sacar a Matías, los descubrí diciéndolo”.
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      Hará unos tres meses María comenzó a sentirse caída, pálida y pasó varios días en cama. Según ella y su familia, esto ocurrió debido a una brujería.
      - Me hicieron un daño, dormía y me despertaba llorando.
      - Pero ¿quién crees que pudo ser?
      - La Daniela. Es la ex de un hombre con el que yo salía, Omar.
      - ¿Omar? ¿Y cuántos años tiene?
      - Y… es grande.
      - Pero aproximadamente…
      - Tendrá unos cuarenta y algo.
      - Y entonces ¿comenzaste a salir con el después de que te separaste de Jorge?
      - Si. Unos meses después. Él lo quería al nene, lo iba a ver.
      Omar, vive en la esquina de la 67, la misma cuadra en donde está ubicada la casa de la familia de María. No tiene un trabajo estable y sobrevive de alguna que otra changa. Durante el tiempo en que salieron, María se quedaba en su casa, pero cuando comenzó a “caer la asistente, me tuve que volver con mi familia”.
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      La familia entera vive en un ranchito que consta de una cocina de 3x5 y un cuarto que a duras penas llegará a unos 6x5. En él, una cama matrimonial y tres cuchetas aglomeran el sueño de sus ocupantes. El baño, como generalmente sucede en esta clase de hogares, se encuentra detrás de la casa y no es más que un pozo ciego, sin luz y con olor a cloaca.
      De acuerdo a lo que podría esperarse, la casa no es de concreto sino que los materiales más fuertes son algunas tablas de madera que hacen de viga para los pedazos de chapa que juegan el rol de techo.
      El piso, lógicamente de barro, no pasará por alto cualquier cambio climático: Ante una pequeña lluvia convertirá a la casa en un completo barrial y el calor del verano lo secará de tal manera que llegará a producir grietas.
      ¿Cuántas Marías más engendrará este país?  Hoy las calles de Villa Nueva no son más que un muestrario de la negligencia, la desidia y el abandono en la que se encuentran inmersos gran cantidad de argentinos.

miércoles, 25 de mayo de 2011

CUANDO SE SUFRE POR UNA PASIÓN


 Los jugadores entran en la cancha y la hinchada emocionada los recibe entre papelitos y canciones de aliento. Las estrellas saludan y agradecen el apoyo de la gente que sigue al blanco y rojo en las buenas y en las malas. Entre insultos y chiflidos entra el contrincante al campo de juego, y unos instantes más tarde el juez da la orden y la pelota comienza a rodar.
            Las sensaciones que se generan en la tribuna son múltiples pero sobresalen la pasión y la esperanza. Un fanático empedernido no se aleja de la baranda que lo separa de la cancha. En plena época de promoción los seguidores se compenetran con el partido y desde las gargantas brotan gritos viscerales impartiendo órdenes a los jugadores que no serán escuchadas.
            Las banderas y los tan difamados Borrachos del Tablón colorean y definen al Monumental imponiendo una presencia de temer. Entre bombos y platillos las ya consabidas rimas dan fuerza e ilusión al equipo “de mis amores” como reza el cántico popular.
            De pronto, como si alguien lo ordenara, toda la hinchada local se para a la expectación de un centro y como si lo hubieran presentido, diez segundos más tarde las faringes explotan de emoción al gritar “gol”.
            Doce minutos después finaliza el primer tiempo y entre risas y sonrisas los ánimos se calman, como dándole un respiro al corazón que no deja de latir ante tanta expectativa.
            El segundo tiempo irrumpe entre hamburguesas y gaseosas y los hinchas vuelven a los himnos riverplatenses. Pero inesperadamente un jugador enemigo patea al arco y con el alma en la boca los fanáticos sienten el vértigo de lo que puede ser. Sin embargo, el arquero parece atajar la pelota y se escucha un leve suspiro que no dura ni un segundo ya que se le resbala de las manos y convierte el gol en contra.
            “Voy a comprarme un arma y te voy a disparar”, grita un hombre entre sollozos. La gente enloquecida no logra reaccionar ante lo sucedido.
             El ambiente se vuelve tenso y, lo que hasta hace un rato parecía un festín, no es más que un mar de nervios. Dos o tres jugadas llaman la atención pero al no concretarse el tanto, se maldice e insulta.
            Faltan dos minutos para que termine el partido y el director técnico hace un cambio e ingresa uno de los favoritos. Hay quienes mantienen sus esperanzas vivas pero la mayoría llora amargamente lo que parece ser el atajo directo a la promoción.
            El referí toca tres veces el silbato y marcando el centro de la cancha marca también el ánimo de los hinchas que se muestran dolidos, de luto. “Esto es perder, no empatar. Lo teníamos ganado y se nos fue”.
            La hinchada llora y una mujer de unos 55 años que gritó todo el partido consuela a su pequeña hija que dejó escapar un lagrimón. Los hombres no se quedan atrás; algunos discuten sobre la dirección del club, entretanto uno comenta: “¿Sabes lo que va a ser ir a la cancha de Boca si descendemos? Nos van a cantar vos sos de la B”.
            Mientras los visitantes se retiran algunos hinchas se dirigen a las escaleras, que hace tres horas congregaban alegría y optimismo, y que ahora, obstruidas por la policía, no son más que testigos de una decepción inconcebible.

sábado, 21 de mayo de 2011

ENTRE ALGODONES, EL CHACO

Empaquetaría este olor a hierba seca y soleada para llevarle de regreso a mi próximo destino. 
Reinventaría este cielo diáfano en el techo de aquel cuarto inconcluso y vacío que deje en otro mundo.
Este silencio abrupto me llena de una conmoción que se agota cuando mi garganta pretende insinuar algo.
Llantos y risas retumban en esta noche de emoción artificial.
La sequedad de la luz me invita a pasar un buen rato a su lado y puedo entrever el fruto de aquel gran bolso de ilusiones condenadas.
Las estrellas hoy se posan, alucinantes, en este escenario de troncos caídos y lunas medias; terraplén de alegría y amplio bienestar.
Paraíso sin fin, multitud sin contar, puedo perderme en este paisaje de nubes y arbustos, puedo encontrarme de mano de un niño, dulce portador del futuro.

viernes, 20 de mayo de 2011

"BARCELONA ES ARTE"

Entrevista a Silvana Montero, 45, abogada.

“Barcelona es arte, es una ciudad súper pujante y muy progresista, y eso no sólo se nota en la mentalidad independentista que tienen los catalanes sino también en el movimiento y el desarrollo de la metrópoli.
            El primer día que llegamos a Barcelona, en la ansiedad de recorrer, empezamos a caminar. Sin darnos cuenta y debido a que las calles se entrecortan y van en sentido diagonal, nos metimos en el barrio El Raval, donde nació el famoso cantautor Joan Manuel Serrat. Esa primera imagen manifestada por construcciones bajas, ropa colgada en las ventanas y musulmanes barajados con gitanos, envuelta en una mezcla de olores fuertes, prácticamente nauseabundos, me desesperó y quise volver con urgencia al hotel ubicado en el Paseo de Gracia, una avenida llena de locales de moda de primer nivel, en diagonal a La Pedrera, el edificio donde vivía el renombrado arquitecto Antoni Gaudí.
            La ciudad, aunque conjuga interesantemente diversos estilos arquitectónicos -estás en el subsuelo de un castillo romano observando tres columnas y desde el mismo lugar ves un edificio del siglo XX-, tiene una clara división: Mientras que en el oeste se emplazan los edificios más tradicionales y antiguos, el este, que no deja de expandirse, alberga las construcciones más modernas como el Camp Nou, el estadio del Fútbol Club Barcelona, todo vidriado y equipado con la última tecnología.
            En el centro de la metrópoli, está la basílica de la Sagrada Familia, una construcción tan increíble que resulta imposible entender como alguien concibió la pasión de Cristo, proyectó ese diseño, lo transfirió a una pared y transmitió así todo lo que difunde el Nuevo Testamento. La energía y las sensaciones que se captan allí son incomunicables.
            En el paseo al barrio del Montjüic uno se encuentra con el Pueblo Español, una muestra con las edificaciones características de cada uno de los poblados de España, donde se busca representar la diversidad arquitectónica del país basándose en la historia del mismo.
            Por su parte, La Barceloneta, una de las ínfimas playas, con el mar azul y la arena oscura, es el punto de encuentro de los jóvenes catalanes. La mayoría de ellos tiene un look muy adolescente, y si bien no gritan, tienen un mal genio que denota la superioridad que creen poseer frente al turista.
             Prácticamente pegado está el Port Bel, el puerto de la gran ciudad, con un amarradero y un centro de ferias y exposiciones ultra moderno, rodeado de artistas ambulantes como guitarristas, cantantes, malabaristas.
            Si bien el tráfico es absolutamente alocado;  hay motos con dos y tres ruedas, autos de última generación y muchísima gente en bicicletas, un medio absolutamente vigente debido a los colapsos en las grandes avenidas, el respeto al peatón es tal que aunque vengan a cien kilómetros por hora si uno pone un pie en la calle, todos frenan. Además las esquinas, el dato colorido y sin duda característico de la ciudad, no son en forma de U sino que octagonales, de modo que uno logra ver los autos que llegan de todos lados.
            Barcelona está tan invadida de turistas que la existencia de los ciudadanos  parece entorpecida. Debo admitir, sin vacilar, que me gustaría  que mi vida fuera así.”

jueves, 19 de mayo de 2011

FLORIDA Y SU ALTEREGO.

Compradores compulsivos, turistas descontracturados, oficinistas en descanso. Florida no está quieta un sólo instante; baila al ritmo de un tanguito mientras vende un sinfín de distracciones. Habla mil idiomas pero le cuesta reconocer el de las señales de tránsito. Come, compra, juega, corre, ríe, muestra, ofrece, inspira, sueña; late.
Florida vive en medio de un caos de ilegalidad, entre una multitud incontable de desconocidos, con un sinnúmero de vendedores ambulantes que la colorean y la definen. A una velocidad de vértigo y con una dinámica de alto impacto, la peatonal más reconocida del país no descansa.
En un intento por resaltar, los locales dejan sordo a cuanto peatón recorre la acera y, desesperados, los turistas se refugian en las Galerías Pacífico, el plato fuerte de la histórica calle.
Abrigo de niños desamparados, cuna de frustrados artistas. Cuando tocan las doce, Florida se transforma en calabaza y la alta burguesía queda convertida en plebe. Las persianas bajas y la luz tenue la hacen irreconocible; otra vez se vuelve albergue de pobres y desvalidos.